A la Comunidad Educativa:
Quiero expresarles el placer que fue compartir con ustedes estos años de trabajo.
Luego de más de 40 años de ejercer una de las profesiones más comprometidas, dado que acompañamos en su formación a lo más importante que tiene una nación: sus niños, adolescentes y jóvenes, he decidido acogerme al beneficio de la jubilación.
La palabra jubilación proviene del latín, de la palabra jubilare, con una influencia hebrea, que significa lanzar gritos de alegría. Es por ello que, a veces, las personas nos refiramos a la jubilación como la edad dorada. Es la edad donde se tiene la madurez y sabiduría necesaria para tomar decisiones, para soltar, para dejar ir recuerdos, anécdotas, conflictos, problemas, responsabilidades y abrazar nuevas oportunidades.
Ha llegado el momento para mí de dedicarme a otras cosas y disfrutar del tiempo libre con mi familia, los afectos y otros proyectos que me esperan, ya que puedo figurar en papeles como jubilada, pero nunca voy a permanecer desocupada.
Me despido, pero lo hago satisfecha del trabajo realizado, por los logros obtenidos con el esfuerzo y el trabajo conjunto de esta valiosa y pujante Comunidad.
Las instituciones trascienden a las personas, por eso deseo que la comunidad se mantenga unida y trabajando como hasta hoy, demostrando una vez más que el trabajo en equipo y el esfuerzo compartido nos permite seguir construyendo esta Escuela de calidad que tenemos.
Muchas gracias por acompañarme en la Gestión y mil gracias a la vida, por haberme dado la oportunidad de percibir una remuneración por hacer lo que más me gusta en la vida: enseñar.
Afectuosamente, Prof. Lic. Nélida Gómez.
