Su Historia

La historia de la Escuela Normal Nº 2, se inscribe en el marco de la historia de las escuelas normales de la Nación, que fueron creadas con una misión: formar maestros para educar a las nuevas generaciones de una población inmigrante cada vez más numerosa en la sociedad argentina.

La conmemoración de los cien años de la Revolución de Mayo, movilizó los espíritus de una generación progresista que jerarquizaba la educación como vía para la construcción del “ciudadano argentino”, instruído en los conocimientos de la lengua castellana, la matemática, la historia y la geografía nacional. Por eso, se decidió la apertura en distintos puntos del país de veinte escuelas de maestros. Expresaba el entonces Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Dr. Rómulo Naón, “que el número de maestros diplomados estaba muy lejos de satisfacer las exigencias reales de la población escolar de toda la República” y como gobernante progresista, afrontaba el problema (libro 1910-35, pág. 43)

La ciudad de Rosario contaba por entonces con una única escuela normal y el aumento de la población, así como su progreso económico y edilicio demandaba la creación de nuevas escuelas.

Por decreto del Poder Ejecutivo del 14 de enero de 1910, que lleva la firma del Dr. José Figueroa Alcorta como presidente y del Dr. Rómulo Naón como ministro, se creó la Escuela Normal Nº 2 de Rosario. El mismo decreto nombró director al señor Don Martín Herrera.

De manera inmediata comenzaron las gestiones para adquirir el edificio –de Córdoba y Balcarce- perteneciente al Gobierno provincial era ocupado por la “Casa central de las Escuelas de Rosario”. La piedra fundamental había sido colocada el 8 de mayo de 1904 por el Gobernador Dr. Rodolfo Freyre.

El contrato de venta se firmó el 20 de mayo de 1910 y el 1º de junio del mismo año empezó a funcionar la Escuela Normal Nº 2.

Tres años después de la fundación, el Inspector General de Escuelas de Rosario, Don Pedro Arias, instituyó en las oficinas de la Inspección, cursos de asistencia obligatoria para los maestros sin título. Este gran educador, se destacó por su empeño por hacer del maestro un individuo ilustrado y por bregar porque “la Escuela Normal sea una institución abierta a la vida…”

En 1918 se comenzaron las gestiones para ampliar el edificio sobre la calle Santa Fe, donde la Escuela poseía un amplio terreno en el que hasta entonces funcionaba una huerta en la que crecían un jacarandá, una higuera, un palo borracho, una palmera y un pino. Había también en el mismo terreno un pequeño zoológico, en el que convivían un guanaco, un oso hormiguero, un ñandú, un zorro y un coatí, que entretenían a las alumnas.

En 1926 se presentó el proyecto para la construcción del nuevo cuerpo del edificio, que se inició dos años más tarde. En marzo de 1931 se habilitaron las nuevas aulas para albergar a un mayor número de alumnas.

El edificio –orgullo de la arquitectura de su tiempo- conserva aún las características de “palacio-escuela” con columnas monumentales, arcadas, capitales y su remozado salón de actos, pero por sobre todas esas posesiones físicas, aún conserva inmutable su espíritu.

El nombre de la escuela

Juan María Gutiérrez nació en Buenos Aires el 6 de mayo de 1809 y murió el 26 de febrero de 1878. Fue una personalidad multifacética que desarrolló una labor fecunda. Además de poeta, fue agrimensor diplomado, periodista, filólogo, político y orador.

                                      

En 1841 fue laureado como poeta en el primer certamen americano; se desempeñó como ministro de Estado y rector de la Universidad de Buenos Aires durante 20 años; fue miembro del Consejo de Instrucción Pública y más tarde Jefe del Departamento General de Escuelas.

Como rector de la U.B.A. presentó sus “Bases para una Ley de Instrucción Pública y sus fundamentos”. Volcando sus conceptos de Política educacional, plasmó su ideal fervoroso del desarrollo de la educación popular como medio para el logro de una nación libre y civilizada. Consideró también que la enseñanza secundaria era indispensable para el acceso a la Enseñanza superior. Bregó por la libertad del maestro para que enseñe doctrina y su método. Fundó y dirigió la “Escuela Naval de Valparaíso”.

Fue, además, estadista, economista, matemático y legislador… pero también maestro; su mejor obra escrita, “Origen y desarrollo de la enseñanza Pública Superior en Buenos Aires”.

SU NOMBRE HONRA NUESTRA ESCUELA,

NUESTRA ESCUELA PRETENDE HONRAR SU MEMORIA.